Red Hat, Open Source, el Debate
La historia de Red Hat no es precisamente un cuento de recién salidos. Hace más de 25 años, Bob Young y Marc Ewing echaron a andar este gigante con una misión bien clara: llevar el software libre y de código abierto a las empresas. Su nombre, de hecho, viene del sombrero rojo que Ewing solía lucir en la universidad. Desde sus inicios modestos vendiendo CDs con compilaciones de software de código abierto, Red Hat se dio maña para transformarse en una de las empresas líderes en software de código abierto del mundo.
Un punto de palo en la historia de Red Hat es su compromiso con el código abierto. Han puesto el hombro en innumerables proyectos que no eran suyos, como el kernel de Linux, GNOME, y muchos otros. En este marco aparece Red Hat Enterprise Linux (RHEL), su famosa distribución comercial basada en Fedora, un proyecto de código abierto patrocinado por Red Hat. Es la esencia del modelo de código abierto: agarrar software libre, adaptarlo, mejorarlo y convertirlo en un producto que las empresas estén dispuestas a poner la tarasca para obtener soporte y garantías.
Hace poco, Mike McGrath, Vicepresidente de Ingeniería de Plataformas Centrales en Red Hat, ha salido a responder a los palos de la comunidad. Al parecer, en Red Hat están hasta las manos de los que se cuelgan de su laburo sin poner un mango para su sostenimiento. Apunta específicamente a los Rebuilders (clones 1 a 1), que agarran su código y lo venden tal cual, sin agregar valor.
McGrath y Red Hat han decidido plantarse y han declarado: "Se acabó la joda para los Rebuilders". No es que hayan largado los principios de código abierto, sino que están buscando una forma de que su laburo sea recompensado como corresponde. Esta decisión abre un debate que hace falta sobre cómo se sostiene el laburo en código abierto y qué significa realmente aportar valor.
Desde mi lugar, siendo un defensor a rajatabla del open source, entiendo la necesidad de equilibrar estas dos realidades. Detrás de cada línea de código hay un esfuerzo bárbaro, y es justo que este laburo sea reconocido. Pero también es fundamental mantener el espíritu del software libre. Y este debate es un paso importante en esa dirección.
Red Hat es bien conocida por su aporte a bocha de proyectos de código abierto. Estos son algunos proyectos pulenta en los que Red Hat mete mano activamente, pero que no son suyos, y que son parte fundamental de sus productos comerciales:
- Linux Kernel: Red Hat Enterprise Linux (RHEL) está basado en el kernel de Linux, y Red Hat es una de las empresas que más contribuye a su desarrollo.
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GNOME: Este entorno de escritorio es el predeterminado en RHEL y Fedora. Red Hat ha hecho contribuciones significativas a GNOME a lo largo de los años.
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KVM (Kernel-based Virtual Machine): Red Hat utiliza y contribuye activamente a este proyecto de virtualización de código abierto.
- Docker: Red Hat ha integrado Docker en su plataforma OpenShift, una plataforma como servicio (PaaS) basada en contenedores.
- Ansible: Aunque Red Hat adquirió Ansible en 2015, el proyecto se desarrolló independientemente antes de eso. Red Hat ahora ofrece soporte comercial para Ansible.
- PostgreSQL: Red Hat ofrece soporte para PostgreSQL en RHEL y ha contribuido a su desarrollo.
- OpenStack: Red Hat es un contribuyente importante a OpenStack y ofrece una distribución comercial de OpenStack.
- Apache HTTP Server: Este servidor web de código abierto se utiliza ampliamente en las soluciones de Red Hat.
- OpenJDK (Open Java Development Kit): Red Hat ha sido un contribuyente importante a este proyecto de código abierto y lo incluye en varios de sus productos.
- Eclipse: Red Hat contribuye a este IDE de código abierto y lo usa como la base para su propio IDE, JBoss Developer Studio.
Todos estos proyectos, y muchos más, son utilizados por Red Hat para construir y mejorar sus soluciones comerciales, proporcionando soporte y servicios adicionales que generan ingresos para la empresa.
Y para concluir: Si McGrath siente tanta bronca por la reciente decisión en torno a las fuentes de RHEL, tal vez debería considerar un turno con el psicólogo. O como dijo el gran Mendieta: "Cada uno elige el rumbo de la vaca que quiere arrear."